Relaciones no consentidas en el matrimonio y heridas de la infancia: Un silencio que grita en República Dominicana
¿Puede existir una relación íntima sin consentimiento dentro del matrimonio? Esta pregunta, aunque incómoda, resuena con fuerza en muchas mujeres dominicanas que han aprendido a callar el dolor bajo la idea errónea de que “el deber conyugal” anula sus derechos.
La entrevista publicada por @rosasantospsicóloga en Instagram pone el dedo sobre una herida social profunda: las relaciones no consentidas en contextos matrimoniales, el uso de la figura infantil para insultar y humillar, y el impacto de las experiencias traumáticas en la infancia.
Cuando el consentimiento no es parte del vínculo conyugal
En República Dominicana, el tabú sobre las relaciones sexuales forzadas dentro del matrimonio persiste. Muchas mujeres han sido educadas para creer que no pueden decir «no», y que si lo hacen, están fallando como esposas.
Sin embargo, desde el punto de vista emocional, psicológico y legal, toda relación íntima debe ser voluntaria, respetuosa y consensuada. La ausencia de consentimiento, aun dentro de un vínculo formal como el matrimonio, representa una forma de agresión sexual, aunque en la práctica jurídica dominicana aún falten leyes más claras y específicas al respecto.
El trauma emocional: una herida silenciosa
Las mujeres que viven este tipo de situaciones pueden experimentar:
- Ansiedad, depresión y sensación de vacío
- Dificultades para confiar en otras personas
- Problemas con su imagen corporal o autoestima
- Sensación de culpa o confusión (“¿fui yo la que fallé?”)
Estas secuelas se intensifican cuando el entorno minimiza su experiencia o la justifica por razones culturales o religiosas.
Heridas de la infancia que se arrastran hasta la adultez
La entrevista también aborda cómo experiencias traumáticas durante la niñez, como el abandono, la violencia doméstica o la exposición a relaciones tóxicas entre los padres, pueden afectar profundamente la percepción que una mujer tiene de sus propios límites y de lo que “merece” o “debe aceptar” en una relación.
Estos traumas no tratados pueden hacer que las personas normalicen el abuso, se sientan incapaces de poner límites o incluso repliquen los patrones de violencia en sus relaciones adultas.
El uso de los menores como herramienta de agresión verbal
Otra reflexión impactante del video es la crítica al uso de frases como “pareces un niño especial” o “esa niña salió como su madre” con tono peyorativo, como forma de insulto o burla. Estas expresiones no solo perpetúan el estigma hacia personas con condiciones especiales, sino que también dañan emocionalmente a los niños y a sus familias.
Este tipo de lenguaje normaliza la humillación, fomenta la violencia verbal y marca emocionalmente tanto al que lo dice como al que lo escucha.
Romper el silencio y reeducar es urgente
Es fundamental:
- Reforzar campañas educativas que promuevan el consentimiento en todas las relaciones.
- Establecer programas de apoyo psicológico gratuito o accesible para personas con traumas infantiles o víctimas de abuso conyugal.
- Incorporar en las escuelas y medios de comunicación un lenguaje respetuoso sobre la infancia y las condiciones especiales.
- Apoyar cambios legales que reconozcan y castiguen las relaciones no consentidas dentro del matrimonio.
Un mensaje para ti, mujer dominicana
No estás obligada a callar. No estás equivocada por decir “no”. Tu cuerpo, tu mente y tu bienestar importan, sin importar tu estado civil. Hablar no es traicionar tu hogar, es reconocer tu valor y tu derecho a ser respetada.