El nuevo cuerpo dominicano: entre la salud y la vanidad
En República Dominicana, las cirugías estéticas y bariátricas están viviendo su propio “boom”. Cada semana, los medios y las redes muestran historias de personas que se sometieron a procedimientos para “transformar su vida”.
Pero la pregunta es inevitable: ¿son estas cirugías un verdadero acto de salud o una respuesta desesperada a la presión social por verse delgados?
En los últimos años, los procedimientos como la manga gástrica, el bypass gástrico o la liposucción se han vuelto cada vez más comunes. Se venden como soluciones rápidas, incluso milagrosas, para el exceso de peso. Sin embargo, tras esa promesa de bienestar, hay una realidad más compleja —y en ocasiones peligrosa— que merece ser analizada.
Las cirugías para bajar de peso: ¿cura o riesgo disfrazado?
La medicina reconoce que las cirugías bariátricas pueden salvar vidas cuando se trata de casos de obesidad mórbida o condiciones crónicas graves.
Reducen el riesgo de diabetes tipo 2, hipertensión y enfermedades cardiovasculares. Pero también son procedimientos de alto riesgo que requieren compromiso de por vida.
No se trata solo de “operarse y ya”.
El cuerpo cambia su forma de digerir los alimentos, y si el paciente no adopta una disciplina nutricional y psicológica, puede sufrir desnutrición, anemia o incluso una recaída en el peso perdido.
Además, cada año se reportan casos de complicaciones graves e incluso muertes relacionadas con cirugías realizadas en centros no certificados o por profesionales sin la experiencia necesaria.
Por eso, la pregunta sigue vigente:
¿Hasta qué punto una cirugía para bajar de peso es una decisión médica, y cuándo se convierte en una apuesta estética o emocional?
¿Salud o moda? El papel de las redes sociales
Las redes sociales han creado un nuevo estándar de belleza casi inalcanzable.
Cuerpos perfectos, cinturas diminutas y transformaciones de “antes y después” se viralizan como ejemplos de éxito.
Pero pocas veces se muestra lo que hay detrás: el dolor, el miedo, las restricciones y el esfuerzo psicológico que conlleva mantener esos resultados.
En plataformas como Instagram y TikTok, muchas personas muestran sus resultados quirúrgicos como si fueran logros deportivos. Y eso envía un mensaje peligroso, especialmente a jóvenes: que lo importante no es la salud, sino encajar en un molde de belleza.
En este contexto, las cirugías dejan de ser una herramienta médica y se convierten en una moda social, impulsada por la comparación constante y la aprobación digital.
¿La cirugía fomenta la pereza o la disciplina?
Uno de los debates más encendidos gira en torno a la idea de que las cirugías “fomentan la pereza”.
Algunos opinan que recurrir al bisturí es evadir el esfuerzo, el compromiso con el ejercicio y los buenos hábitos alimenticios. Otros, en cambio, defienden que la cirugía es una herramienta, no una trampa: una oportunidad para recuperar la salud cuando el cuerpo ya no responde a los métodos tradicionales.
La verdad está en el medio.
Una cirugía no reemplaza la voluntad, la disciplina ni la educación alimentaria.
Si el paciente no cambia su relación con la comida y el movimiento, el peso regresará, y con él, los mismos problemas de autoestima y salud.
El bisturí puede modificar el estómago, pero no la mente ni los hábitos.
Familia, cultura y presión colectiva
En la cultura dominicana, el cuerpo siempre ha sido tema de conversación.
La familia comenta, opina, critica. “Estás muy gorda”, “te veo flaca”, “deberías rebajarte un poco”. Esas frases cotidianas, aunque parezcan inofensivas, alimentan una presión silenciosa que empuja a muchas personas —especialmente mujeres— a someterse a cirugías sin entender completamente sus riesgos.
A esto se suma la cultura del aplauso instantáneo: quien se opera recibe halagos, atención y validación. Y esa recompensa social refuerza la idea de que valemos más si pesamos menos.
La verdadera transformación empieza en la mente
Operarse no es un pecado, pero tampoco es una solución mágica.
La salud no se mide por tallas, sino por equilibrio, autoestima y bienestar emocional.
El cuerpo puede cambiar con un bisturí, pero la paz interior solo llega con autocuidado, alimentación consciente y ejercicio moderado.
La cirugía puede ser el inicio de una nueva vida, pero también puede ser una cadena si no se acompaña con educación, apoyo psicológico y una comprensión real del cuerpo.
Comparte tu experiencia y reflexiones en nuestras redes sociales @vivasaludrd
¿Las cirugías para bajar de peso son una decisión de salud o una consecuencia de la presión social por encajar en los estándares de belleza?
Viva Salud República Dominicana
Tu revista digital de bienestar, salud y prevención emocional.
www.vivasaludrepublicadominicana.com







